Código del silencio - Falcon

Estos militares necesitan despejarse y correrse. El musculoso semental Ryan Rose se masturba delante de su colega y este empieza a calentarle mostrando su culo de burbujas. Ryan se empalma delante de este culo perfecto que parece estar hecho para la polla y rápidamente comprende que su compañero militar solo busca abrirse de piernas delante de él. Ryan se lo va a follar sin piedad. La guerra esperará.

Sean Zevran no tiene problemas para imponer su dominio sobre los jóvenes del ejército: todos quieren obedecerle y chuparle la polla. Sean elige a uno de los más guapos para ponerlo a trabajar en su gran polla dura. ¡Misión chupapollas activada !

Cuando vas a la guerra, tener un chupapollas gay en tu equipo es imprescindible. Este joven musculoso está siempre dispuesto a chupar los machos. Esta tarde uno de sus camaradas le hace señas y comprende que hay una emergencia: el macho necesita vaciar sus cojones para que el chupapollas le trague la polla y le de por el culo.

Desde hace semanas, este militar está en una misión en el desierto. Todo lo que tiene es un fleshjack para masturbarse. Por suerte, su amigo gay está allí para darle agujeros reales para follar. No hay nada mejor que la carne real. Los buenos gays sumisos a los heterosexuales son muy útiles para eso: siempre se necesita uno en el ejército. Este tiene una boca muy suave y un culo bien abierto. El militar se lo pasará en grande penetrando a ese hermano gay.

Este joven recluta militar sabe que hay que obedecer al sargento Sean Zevran. Así que cuando el sargento saca su enorme polla y le dice que se la chupe, lo hace. Es su primera vez. Nunca antes se había sentido gay, pero se deja iniciar y descubre la sensación de lamer la polla de un hombre y de tener la boca llena por un tronco imponente. Empieza a gustarle, pero no tiene tiempo de disfrutar: el sargento dominante le desvirga y le toca duromente el culo. Es doloroso, pero el placer empieza a aumentar...