Están hechos el uno para el otro. Estos dos tíos tienen las mismas dos grandes pasiones: ¡las pollas y la supervivencia! Uno de ellos se somete naturalmente al otro un domingo, viniendo a bombear su gran polla tiesa de rodillas. Cuanto más se la mete en la garganta, más se muere de ganas de sentirla en el culo. La activa se mete bien los dedos, la humedece y se vuelve loca en su coño. Terminan rociándose por turnos.