He aquí un joven gatito gay con el diablo en el cuerpo y fuego en la cola. Llega a un casting porno y sus ojos brillan ante la idea de exhibirse. Sabe perfectamente dónde está y lo que hace. No duda ni un segundo de que muchos tíos se van a quedar con la polla torcida viéndole exhibirse como una perra. Tiene lo que hay que tener: una cara de chico de al lado que apesta a culo, un cuerpo delgado y musculoso sin pelo sobre el que querrías escupir litros de semen, una polla grande y dura y un culo perfecto que es difícil no querer follar. Tienes que verlo gimiendo, pellizcándose los pezones y meneando el coño mientras piensas en todos los machos pajilleros que van a querer follárselo.... Está claro que es una buena zorra.