Un soldado va a ver a la enfermera para explicarle su problema: está cachondo todo el tiempo y no aguanta más, ni siquiera masturbándose sin parar. La enfermera le propone un trío gay. Un buen polvo varonil debería calmarle, desahogarle y dejarle exhausto. La enfermera empieza a masturbarlo y luego aparece un tercer militar. Sin ningún pudor, los hombres viriles se chupan la polla, se follan y terminan rociándose copiosamente con espesas y olorosas corridas.