Nunca juzgues un libro por su portada. He aquí un buen ejemplo: un tipo con una apariencia asesina, un cuerpo súper construido y una actitud de chico malo camina por las calles de su barrio por la noche. No está buscando problemas, sino un hombre que le folle. Localiza a un buen tipo y una mirada es suficiente para entender el mensaje. Lo sigue a su casa y una vez en la cocina el tipo duro muestra lo adicto que es a la polla. Le encanta chupar y sobre todo abrir las piernas para tener acceso a su pequeño agujero rosado. ¡Una total del culo! ¡! ¡!