Es el tipo de hombre que sólo se ve en el porno. Una bomba atómica, tan varonil, oliendo a sexo... Este hombre con olor a testosterona se exhibe y se pajea. No hay duda de que a miles de gays les encantaría arrojarse a sus pies masculinos, sentir sus músculos y su gran polla dura, lamer su cuerpo sudoroso.